miércoles, 19 de junio de 2013

Aparato Reproductor Masculino


Muchos animales, entre ellos los humanos, se reproducen por medio de gametas, es decir, por células sexuales llamadas espermatozoides, producidos en los testículos y por óvulos, elaborados en los ovarios. Además de ser el sitio de producción de gametas, las glándulas ováricas ytesticulares segregan hormonas responsables de los caracteres sexuales femeninos y masculinos, respectivamente.
Las funciones más sobresalientes que ejerce el sistema reproductor masculino son:
-Producir, almacenar, nutrir y liberar espermatozoides dentro del sistema reproductor femenino, con el objetivo de lograr la fecundación de los óvulos maduros y garantizar la descendencia.
-Elaborar hormonas, en especial la testosterona, responsable del desarrollo y de los cambios físicos propios del género masculino.
De acuerdo a su ubicación, los órganos que forman el sistema reproductor masculino pueden ser internos o externos. Los internos son los testículos, los epidídimos, los conductos deferentes, los conductos eyaculadores y un conducto impar llamado uretra. En el interior del organismo también están los órganos glandulares representados por las vesículas o glándulas seminales, las glándulas bulbouretrales y la glándula prostática. Los órganos externos del sistema genital masculino son el pene y el escroto.
Órganos del sistema reproductor masculino

ANATOMÍA DEL SISTEMA REPRODUCTOR MASCULINO

TESTÍCULOS
Son dos glándulas de forma ovoide, de 4-5 centímetros de largo y 2-4 centímetros de ancho, cuyo eje mayor se dispone en sentido vertical. Son de color blanco azulado y están rodeados por una capa de tejido fibroso, por lo que son algo elásticos y duros al tacto. Los testículos se sitúan debajo del pene. Están encerrados en una bolsa externa llamada escroto, aislados del interior del cuerpo y suspendidos por el cordón espermático, estructura formada por tejido conectivo que encierra a vasos sanguíneos y linfáticos, a nervios y a cada conducto deferente que transporta espermatozoides al exterior. El cordón espermático se extiende desde el canal inguinal a la bolsa escrotal y se une al testículo por su borde posterior.

Los testículos están adaptados para subir y bajar dentro de las bolsas por contracciones musculares del escroto, a raíz de cambios de temperatura ambiente o excitación sexual.
Se desarrollan en la cavidad abdominal del feto, cerca de los riñones. Antes del nacimiento, los testículos descienden a través del conducto inguinal hacia la bolsa escrotal. En algunos casos, una o las dos glándulas quedan retenidas en el conducto inguinal, alcanzando el escroto en los primeros meses de vida.
En el interior de cada testículo hay cavidades llamadas lóbulos espermáticos que contienen 3-4 túbulos seminíferos que se unen para desembocar en el epidídimo. En ambos testículos hay alrededor de un millar. Los túbulos seminíferos, de 30-60 centímetros de longitud, poseen células llamadas espermatogonias, que por meiosis producen los espermatozoides (espermatogénesis). Rodeando a las espermatogonias hay un grupo de células llamadas de Sertoli, que elaboran fructosa, eliminan restos citoplasmáticos de las espermátidas y mantienen un medio adecuado para la transformación de espermatozoides. Además, las células de Sertoli se adhieren firmemente formando la barrera hematotesticular, interponiéndose entre los capilares sanguíneos y el epitelio de los túbulos seminíferos para impedir que la acción inmunológica de los linfocitos destruya a las espermatogonias.
Por otra parte, los túbulos seminíferos testiculares se rodean de tejido conectivo y de capilares sanguíneos. Entre estas estructuras están las células de Leydig, cuya función es producir testosterona a partir de la pubertad, hormona que estimula la producción de espermatozoides y proporciona las características sexuales masculinas, entre ellas el crecimiento de los testículos, del pene y de la bolsa escrotal, un mayor desarrollo muscular, voz más grave y la aparición de barba y de bello corporal, entre otros. La testosterona también es responsable del impulso sexual o líbido en los machos.
Cuando el niño alcanza la madurez sexual, una glándula llamada hipófisis que se ubica en la base del cráneo comienza a segregar dos hormonas, la folículo estimulante (FSH) y la luteinizante (LH) que actúan sobre los testículos. La FSH tiene acción sobre los túbulos seminíferos estimulando a las células germinales a producir espermatozoides. La LH activa la producción de testosterona.
Los túbulos seminíferos se dirigen hacia el centro de la glándula testicular y confluyen en la red testicular (rete testis). A partir de esta red emergen alrededor de 15-20 tubos eferentes por cada testículo, que desembocan en el epidídimo.
En síntesis, los testículos funcionan como glándulas de secreción mixta, ya que su condición exócrina y endócrina se establece por la producción de espermatozoides y de testosterona, respectivamente.
Luego de salir de los testículos, toda vez que los espermatozoides son eliminados del organismo mediante la eyaculación, deben atravesar el denominado conducto espermático, formado por el epidídimo, los conductos deferentes, los conductos eyaculadores y la uretra.

EPIDÍDIMO
Es la primera porción del conducto espermático. El epidídimo es una estructura tubular muy enrollada, con forma de media luna y situada en el borde superior y posterior de cada testículo. Poseen una capa de tejido muscular liso y un epitelio con células secretoras hacia el lumen. Tienen una longitud aproximada de 5 centímetros y se distingue una cabeza, un cuerpo y una cola.
Los epidídimos tienen por función albergar a los espermatozoides procedentes de los túbulos seminíferos testiculares hasta la maduración. En su interior, los espermatozoides pueden almacenarse durante más de 40 días y mantener su fertilidad, para luego ser desplazados al exterior o ser reabsorbidos. La cola del epidídimo se continúa con el conducto deferente, lugar donde los espermatozoides inician el ascenso.
CONDUCTOS DEFERENTES
Son dos tubos de 60 centímetros de largo que nacen a continuación de la cola de cada epidídimo. Su función es trasladar los espermatozoides maduros hacia los conductos eyaculadores. Junto a los nervios y vasos sanguíneos y linfáticos, los conductos deferentes conforman el cordón espermático. De afuera hacia dentro se componen de tejido conectivo laxo, una capa muscular lisa y una mucosa en contacto con el lumen.
Los conductos deferentes derecho e izquierdo ascienden desde el escroto transportando los espermatozoides maduros eliminados por el epidídimo, atraviesan el canal inguinal e ingresan en la cavidad pelviana. En su trayecto final, al acercarse a la glándula prostática, ambos conductos deferentes se aproximan y se dilatan formando la ampolla de Henle, que junto al conducto de cada glándula seminal dan origen a los conductos eyaculadores.

CONDUCTOS EYACULADORES
Se originan a continuación de los conductos deferentes de cada lado y finalizan en la uretra prostática. Son pequeños tubos de 2 centímetros de longitud que pasan por el interior de la próstata, reciben las secreciones de las vesículas seminales y depositan todo el contenido en la uretra.
URETRA
Es el último tramo del conducto espermático. Es un órgano impar que tiene una longitud de 18-20 centímetros. Se inicia en la vejiga urinaria y cumple doble función, conducir la orina y el semen hacia el exterior durante la eyaculación. La uretra masculina posee tres porciones llamadas prostática, membranosa y peneana.
Uretra prostática
Recibe el semen de los conductos prostáticos y de los conductos deferentes. Tiene una longitud de 3 centímetros y atraviesa toda la glándula prostática.
Uretra membranosa
Mide entre 1 y 2 centímetro de largo. Presenta un esfínter uretral externo formado por musculatura esquelética que permite controlar el reflejo de la micción. Está ubicado en la base del pene, inmediatamente por debajo de la próstata.
Uretra peneana
Tiene una longitud de 15 centímetros de largo. Se proyecta por la cara inferior (ventral) del pene y termina en el meato urinario externo. La uretra peneana también se denomina uretra esponjosa.

Sección longitudinal de la uretra masculina


El pasaje de orina y semen a través de la uretra nunca se produce al mismo tiempo, puesto que un sistema de esfínteres que actúan como válvulas ocluyen la conexión “conductos eyaculadores-uretra” al producirse la micción y lo propio realiza entre “vejiga-uretra” en la eyaculación. La válvula necesita de algunos instantes para recuperar su posición anterior, motivo por el cual se hace muy difícil orinar de inmediato tras una eyaculación.
VESÍCULAS SEMINALES
Son glándulas pares de forma lobulada y de 5 centímetros de largo, que se ubican detrás de la vejiga urinaria, por arriba de la próstata y delante del recto. Los conductos de ambas estructuras se unen con la porción final de los conductos deferentes dando origen a los conductos eyaculadores.
Las vesículas o glándulas seminales poseen un epitelio secretor que produce un líquido viscoso rico en fructosa, monosacárido de alto valor nutritivo para los espermatozoides. Este fluido, además de nutrir, protege y estimula el desplazamiento de las células sexuales masculinas. Junto al líquido prostático, conforman el fluido seminal.

GLÁNDULA PROSTÁTICA (Próstata)
Estructura redondeada y firme, ubicada en la base de la vejiga urinaria y por delante del recto. Está formada por tejido muscular y glandular. El tejido glandular está constituido por túbulos que se comunican con la uretra a través diminutos orificios.
La uretra y los conductos eyaculatorios atraviesan la glándula prostática. Luego de un trayecto, estas vías urinaria y seminales convergen. A partir de ese punto, tanto la orina como el semen realizan el mismo recorrido por la uretra peneana hacia el exterior, aunque nunca en forma simultánea.
La función de la próstata es segregar en forma continua un líquido blanquecino denominado fluido prostático, sustancia que junto al líquido de las glándulas seminales y los espermatozoides forman el semen. La misión del líquido prostático es activar la movilidad de los espermatozoides. Además, debido a su pH alcalino, el fluido prostático protege la vitalidad de los espermatozoides al neutralizar la acidez de la uretra y, al haber contacto sexual, de la mucosa vaginal.
La próstata puede sufrir inflamaciones (prostatitis aguda o crónica), aumento del número de células glandulares (hiperplasia benigna) o cáncer de próstata. Algunos hombres mayores de 50 años sufren de hiperplasia benigna, donde el aumento de tamaño de la glándula presiona la uretra dificultando la micción.
GLÁNDULAS BULBOURETRALES
Son pequeñas estructuras pares que se ubican a los lados de la uretra membranosa, algo por debajo de la próstata. También denominadas glándulas de Cowper, segregan un líquido mucoso que drena dentro de la uretra antes de la eyaculación (fluido preeyaculatorio) para limpiar y lubricar la uretra. El fluido de las glándulas bulbouretrales es alcalino como el líquido prostático.
PENE
Es uno de los órganos externos del sistema reproductor masculino, junto con la bolsa escrotal. Tiene forma cilíndrica y ubica en la parte anterior de la sínfisis púbica, por delante del escroto cuando está fláccido.
El interior del pene está compuesto por tejido eréctil, dispuesto en dos cuerpos cavernosos y un cuerpo esponjoso, ocupando toda la longitud del órgano. Los cuerpos cavernosos se sitúan por encima de la uretra y son los que se llenan con mayor cantidad de sangre durante la excitación sexual. El cuerpo esponjoso, más pequeño que los anteriores, se halla en la parte inferior rodeando a la uretra, siendo su función evitar la compresión de la misma cuando el pene está erecto. Alrededor del 90% de la sangre se dispone en los cuerpos cavernosos, mientras que el 10% restante lo hace en el cuerpo esponjoso.
Los cuerpos cavernosos están cubiertos por la túnica albugínea, dura y resistente membrana que interviene en la erección. Esta envoltura está rodeada por otra capa superficial que se continúa con la pared abdominal.
El pene está revestido por piel muy elástica, que se continúa con la piel de la bolsa escrotal y del área pubiana.
Se divide en tres partes: raíz, cuerpo y glande.
Raíz del pene
Se fija a la pared abdominal y corresponde a la dilatación que presenta el cuerpo esponjoso y las porciones posteriores de los cuerpos cavernosos. El cuerpo esponjoso está cubierto por el músculo bulbo esponjoso, mientras que los cuerpos cavernosos están cubiertos por los músculos isquicavernosos del pene.
Cuerpo del pene
Se ubica en la porción media, entre la raíz y el glande.

Estructuras internas del pene
Glande
Es la porción más extrema, producto del ensanchamiento del cuerpo esponjoso. El glande, de notable sensibilidad, está cubierto por el prepucio, parte de piel capaz de replegarse dejándolo expuesto. El prepucio está sujeto al glande por un pequeño ligamento ventral denominado frenillo.
En el extremo del glande hay una abertura llamada meato urinario, orificio por donde la uretra elimina la orina y el semen.
La sangre que arriba al pene proviene de la arteria aorta, que tras ramificarse ingresa en las arterias ilíacas, luego en la arteria pudenda y por último en la arteria dorsal del pene.

ESCROTO
Estructura externa del sistema reproductor masculino con forma de bolsa que sirve para alojar y proteger a los testículos. El escroto tiene piel fina y rugosa. En su interior está dividido en dos zonas para albergar a cada testículo y a un tramo de los cordones espermáticos.
La producción de espermatozoides se realiza a una temperatura algo inferior a la del organismo, con lo cual la espermatogénesis se ve favorecida al estar los testículos dentro de la bolsa y un poco alejados del cuerpo. El músculo cremáster se une al escroto, permitiendo el ascenso de los testículos en caso de frío o el descenso si la temperatura es elevada.

FISIOLOGÍA DEL SISTEMA REPRODUCTOR MASCULINO

MECANISMO DE LA ERECCIÓN
La erección (del latín erectio = derecho) es un fenómeno que se presenta en algunos órganos como el pene, el clítoris y los pezones de las mamas. A partir de diversos estímulos adquieren una consistencia dura, se agrandan y se vuelven firmes. Mientras que los pezones se erectan por contracción del músculo liso, el pene y su homólogo femenino, el clítoris, entran en erección por estar dotados de tejido eréctil.
La erección es un proceso fisiológico para permitir la entrada del pene en la vagina con fines reproductivos. Es un fenómeno donde intervienen componentes nerviosos, vasculares, cavernosos, hormonales y psicológicos. La excitación provocada por prácticas sexuales, pensamientos eróticos, estímulos visuales, táctiles, olfatorios y hasta auditivos se transmite desde el cerebro, vía médula espinal, a los nervios del pene, ocasionando un aumento del flujo sanguíneo en los cuerpos cavernosos, aumento de las frecuencias cardíaca y respiratoria y ascenso de la presión arterial. Ese mayor suministro de sangre dilata las arterias, provoca expansión del tejido eréctil y agrandamiento progresivo del pene. La membrana que rodea a los cuerpos cavernosos (túnica albugínea) comprime el retorno venoso, con lo cual la entrada de sangre a los cuerpos cavernosos es mayor de la que sale. La erección máxima del pene se produce cuando el flujo de sangre que entra por las arterias dilatadas comienza a ser más lento y se equilibra con el flujo de sangre que sale por las venas comprimidas.
La erección puede durar desde pocos segundos hasta más de treinta minutos, de acuerdo a la edad, al estado de salud y a la intensidad de los estímulos sexuales. Una vez que los músculos de la base del pene comienzan a relajarse se abre el retorno venoso y la sangre abandona los cuerpos cavernosos en forma progresiva. De esta forma, la erección empieza a declinar hasta que el pene recobra su estado de flaccidez. En síntesis, la erección es producto de la entrada de sangre en los cuerpos cavernosos y en el cuerpo esponjoso, presionada por un componente venoso-muscular que impide su salida. Cuando este sistema se relaja, la sangre a presión es desalojada y el pene se relaja, desapareciendo la erección.

EYACULACIÓN
Es la eliminación espasmódica de semen a través del pene. La expulsión del esperma está regulada por el reflejo eyaculatorio, que comienza en la uretra con producción de contracciones espasmódicas involuntarias. La eyaculación responde a diversos estímulos, entre ellos la fricción del glande sobre las paredes de la vagina, que son enviados a los centros cerebrales.
La eyaculación consta de dos fases.
Primera fase
Tiene lugar en la uretra prostática, donde las glándulas bulbouretrales o de Cowper vierten una pequeña secreción mucoide preeyaculatoria que se desplaza hasta el meato urinario externo, es decir, hasta la punta del pene. Este fluido contiene algunos espermatozoides que se han desplazado desde los conductos eyaculadores, con lo cual son capaces de fertilizar a los óvulos a pesar de no haber eyaculación.
Los fluidos provenientes de los conductos deferentes, de las vesículas seminales y de la próstata se mezclan entre sí, formando el semen. El esfínter uretral involuntario que comunica con la vejiga urinaria se cierra para evitar el eyaculado retrógrado. En distal de dicho esfínter, la altura de la base del pene, está el esfínter uretral externo, voluntario, que también permanece cerrado. Esto provoca un aumento de presión del semen sobre las paredes de la uretra prostática.
Segunda fase
Se relaja el esfínter uretral externo y se desencadenan sensaciones muy placenteras denominadas orgasmo. El semen se expulsa con fuerza hacia el exterior a través de la uretra peneana, por las contracciones rítmicas de los músculos bulboespeonjosos e isquicarvernosos, entre otros. El aumento de la presión arterial y de las frecuencias respiratoria y cardíaca es mayor que la observada durante la excitación sexual. Lo mismo sucede con las contracciones musculares de la zona pélvica.
Según la capacidad de cada individuo, la segunda fase eyaculatoria puede ser regulada en forma voluntaria, pero una vez que se ha desencadenado es imposible de controlar.
En condiciones fisiológicas, la cantidad de semen eyaculado es de 3-5 centímetros cúbicos, aunque dicho volumen puede duplicarse o triplicarse luego de un período variable de abstinencia a partir de la última eyaculación. La eliminación de semen está acompañada por alrededor de seis a diez contracciones musculares en hombres jóvenes y de dos a cinco en personas mayores. Con la primera contracción, la más extrema, se elimina un importante volumen de semen, pudiendo el eyaculado alcanzar más de un metro de distancia. Esto aseguraría que los espermatozoides alcancen el fondo de la vagina. Las siguientes contracciones son de menor intensidad y con menor volumen de eyaculado.
Las eyaculaciones producidas en el mismo acto sexual son, por lo general, de menor intensidad y volumen, salvo largos períodos de abstinencia o situaciones especiales.
Eyaculación y orgasmo no son sinónimos. El orgasmo es la liberación de tensiones acumuladas desde el inicio de la excitación sexual, acompañada de sensaciones de sumo placer. Si bien en la mayoría de los casos el orgasmo y la eyaculación sobrevienen en forma simultánea, puede haber orgasmo sin eyaculación y viceversa.



SEMEN
También denominado esperma, es un líquido viscoso de color blanco grisáceo. Posee un pH básico, ubicado entre 7,5-8. Está formado, aproximadamente, por más de un 90% de plasma seminal y algo menos del 10% de espermatozoides que han madurado durante su trayecto por el epidídimo. En general, cada mililitro de semen tiene entre 80 y 150 millones de espermatozoides, dependiendo de la edad y el estado de salud. En condiciones fisiológicas está libre de microorganismos.

Plasma seminal
Es el fluido formado por un 60-65% de las secreciones de las glándulas seminales, 30-35% de las secreciones prostáticas y cerca de un 5% de un fluido mucoso segregado por las glándulas bulbouretrales. El plasma seminal protege a los espermatozoides y los nutre a partir de la fructosa segregada por las glándulas seminales. Además, favorece la movilidad de los espermatozoides y actúa como lubricante de la uretra. 
Espermatozoides
Son las células sexuales masculinas, de 50 micras de longitud, que se forman en las glándulas testiculares a partir de la pubertad mediante un proceso denominado espermatogénesis. La formación de espermatozoides se produce durante toda la vida. Tras la etapa de reproducción y de crecimiento, alcanzan la maduración en el epidídimo luego de 60-70 días. Cuando no se eliminan por eyaculación son lisados y absorbidos por los tejidos del testículo.
Los espermatozoides tienen tres zonas bien definidas: cabeza, cuello y cola.
-Cabeza del espermatozoide: mide cerca de 5 micras. Está formada por el acrosoma y el núcleo, estructuras rodeadas de citoplasma. El acrosoma se ubica cubriendo dos tercios de la parte anterior de la cabeza. Posee acrosina y hialuronidasa, enzimas que debilitan las paredes del óvulo femenino favoreciendo la penetración del espermatozoide. El núcleo ocupa la mayor parte de la cabeza y contiene la dotación genética distribuida, en el hombre, en 23 cromosomas. Es la única parte del espermatozoide que ingresa al citoplasma del óvulo cuando se produce la fecundación.
-Cuello del espermatozoide: tiene una longitud similar a la cabeza. Contiene dos centríolos y numerosas mitocondrias, encargadas de producir energía en forma de ATP (trifosfato de adenosina).
-Cola del espermatozoide: porción más delgada y más larga que el cuello. Mide unos 30-35 micras y está recubierta solamente por membrana celular. La cola es un flagelo que permite la movilidad del espermatozoide, con desplazamientos que van de 5 a 25 micras por segundo.

Valores fisiológicos del semen



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